El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha sacado a concurso el "control de las plaga de conejos de monte en las líneas de alta velocidad". El contrato es por dos años y el importe de licitación asciende a 477.121,20 euros.
Nadie se toma a broma al conejo, que ha encontrado en los terraplenes del AVE un hábitat ideal para multiplicarse. Un santuario. Según explican en Adif, los lagomorfos aprovechan que la plataforma del AVE esta vallada y protegida para construir sus madrigueras dentro del recinto, que abandonan a través de pequeñas galerías solo para alimentarse. El roedor queda a salvo de sus depredadores, incluido el hombre.
Una vez dentro del vallado, el conejo perfora sus madrigueras en los terraplenes, que a largo término podrían perder algo de estabilidad o ceder unos pocos milímetros. Suficiente para tener que intervenir en la línea. "No es un problema, pero podría serlo y hay que prevenirlo", apuntan en Adif.
Además de la posible afección en la línea, la empresa estatal soporta las quejas de los agricultores colindantes, que sufren pérdidas en sus cosechas y hasta imaginan a los conejos desafiantes al otro lado de la valla.
El tramo valenciano de la línea de alta velocidad Madrid-Comunitat Valenciana es nuevo y no hay problemas, por el momento, aunque si conejos, que son plaga en la Hoya de Buñol y en Requena-Utiel y pronto aprenderán las ventajas de la alta velocidad.
"Hurón y capillo"
Adif ha recurrido a una "tecnología" que no es, ni de lejos, de última generación, pero sí efectiva. El "hurón y capillo" consiste en introducir un hurón, depredador natural del conejo, en la red de madrigueras, sellando las salidas con un "capillo" o red. Los roedores acaban muertos por el hurón o atrapados en las redes. Fácil, pero que nadie se engañe: para ganar e concurso hay que acreditar "solvencia técnica" y financiera.
ARTICULO | JOSÉ SIERRA VALENCIA